Los Vengadores nº8

El Capitán América recibe una llamada de socorro de la resistencia de Sin-Cong, junto con el resto de los Vengadores partirán hacia esta pequeña aldea asiática. Pero al llegar allí descubrirán que todo había sido una trampa del dictador comunista conocido como el Comisario, quién desea derrotar a los Vengadores delante de sus súbditos. Tomando cautiva a la Bruja Escarlata se enfrentará uno a uno con los otros Vengadores a quienes logra vencer, pero la Bruja Escarlata escapa y utilizando su poder de hechizo derrota al Comisario, que resulta ser un robot.

El Espadachín se presenta de manera inesperada en la mansión de los Vengadores con el proposito de ser admitido como vengador, pero terminará por enfrentarse con la Bruja Escarlata y Mercurio. Frustado su primer intento de ingreso el Espadachín cita al Capitán América en un viejo almacén donde ambos lucharán. El Capi es hecho prisionero, cuando los otros Vengadores acuden en su rescate el Espadachín amenaza con arrojar al Capitán América desde lo alto de un edificio sino es aceptado como vengador.

Los Vengadores liberan al Capitán América del Espadachín, aunque éste logra escapar misteriosamente al ser teletransportado ante el Mandarín. Los dos villanos trabajarán juntos para derrotar a los Vengadores. Utilizando una imagen de Iron Man, el Mandarín logrará convencer a los Vengadores para que acepten al Espadachín como miembro. Una vez dentro de la mansión el Espadachín instala una bomba que debe detonarse cuando aparezca Iron Man. Sin embargo al pasar el tiempo y no aparecer Iron Man el Mandarín se impacienta y quiere hacer estallar ya la bomba. El Espadachín consciente del asesinato a sangre fría que tal acto supondría la desactiva, pero sus compañeros Vengadores mal interpretan sus actos y piensan que la estaba colocando. Tras luchar con los Vengadores, el Espadachín desaparece.